EL OPERADOR LOGÍSTICO
Un
operador logístico es la persona que coordina todas las actividades de
dirección del flujo de los materiales y productos que necesite una empresa,
desde la fuente de suministro de los materiales hasta su utilización por el
consumidor final. Las funciones de un operador logístico son las siguientes:
1.
Procesamiento de pedidos: Actividades
relativas a la recogida, comproba-ción y transmisión de órdenes de compra.
2.
Manejo de materiales: Determina que
medios materiales y procedimientos se han de utilizar para mover los
productos dentro de los almacenes y en-tre estos y los locales de venta.
3.
Embalaje: Decidir que sistemas y
formas de protección va a utilizar para sus productos.
4.
Transporte de los productos: Decidir
medios de transporte a utilizar y ela-boración de los planes de ruta.
5.
Almacenamiento: Encargado de
seleccionar el emplazamiento, la dimen-sión y las características de los
almacenes.
6.
Control de inventarios: Determinación
de la cantidad de productos que se deben tener disponibles para entregar a un
posible comprador. También ha de establecer la periocididad de los pedidos.
7.
Servicio al cliente: Determina donde
van a estar los puntos de servicio y que medios materiales y que personas hay
que tener en cada punto para atender correctamente al cliente.
Todas
estas funciones son la que desarrolla un operador logístico, también ha de
conseguir realizarlas con el mínimo coste posible y teniendo en cuenta todas
las funciones.
Muchas
industrias mantienen vigente aún el enfoque tradicional del manejo de la
distribución física, a riesgo propio, incluso de distraer los recursos
administra-tivos y de capital de lo que es su razón de ser: producir y vender.
La decisión, tomada por los directivos de entidades productoras, de contratar
una empresa que se encargue de todas o algunas de estas funciones, en general
está influi-da por la presión que ejercen sobre ellos las siguientes
características:
1.
Dificultad en la proyección de las
ventas, por tanto exceso de inventarios y capital inmovilizado.
2.
El difícil control de la rotación de
los stocks.
3.
Gastos de vigilancia y prevención de
robos, desperdicios y devoluciones.
4.
Uso y optimización de los recursos
productivos (personal, espacio y equipo) para el almacenamiento.
5.
El alto costo de los seguros.
6.
El gasto en los clientes mayoristas,
distribuidores y supermercados.
7.
Mantenimiento de estructuras
operativas con grandes costos fijos, aún en épocas de poco movimiento.
8.
Alto costo por mantener con el
cliente el nivel de servicio que él exige como condición para mantener la
promoción en el mercado de los productos que se le ofrecen. Por ejemplo:
visitas, tiempos cortos de entrega, atención a reclamos, etc.
SERVICIOS
QUE PRESTA UN OPERADOR LOGISTICO
Funciones
principales que puede desarrollar un operador logístico en una cadena de
suministro:
Servicios
de almacenaje.
1.
Servicios de mayor valor añadido, con
menores niveles de stock.
2.
Diferentes sistemas de gestión:
distribución, suministro JIT, repuestos,...
3.
Mayor complejidad de la gestión:
control de lotes o números de serie, suministros secuen-ciados, picking
intensivo con creciente número de referencias,...
4.
Integración de tareas especiales:
manipulaciones, prefabricados, cutinizaciones, repara-ciones,...
5.
Integración del sistema con ERPS.
6.
Suministro de información.
7.
Recepción, fraccionamiento,
clasificación, ubicación, pesaje, preparación de pedidos, ex-pedición (carga).
Servicios
de transporte.
1. Servicios con mejores plazos de entrega y más
rápido y fácil acceso a la información.
2. Mayor especialización y variedad de los servicios
de transporte.
3. Mayor adecuación de los plazos de servicio a los
requerimientos de entrega.
4. Larga distancia y distribución capilar. Carga
completa, grupales.
5. Más exactitud de la información del transporte.
6. Integración de los sistemas mediante el intercambio
de información.
7. Accesibilidad en tiempo real.
8. Materialización y seguimiento de políticas de
transporte.
Servicios
complementarios.
1.
Etiquetaje.
2.
Embalaje.
3.
Merchandising.
4.
Facturación.
5.
Cobros.
6.
Montaje.
Actividades
de gestión.
1.
Organización de rutas.
2.
Gestiones aduaneras (internacional).
3.
Controles de cantidad y calidad de
productos.
4.
Gestión de stocks.
5.
Gestión de caducidades de productos.
Tratamiento
de información.
1.
Documentación generada por
remitentes.
2.
Documentación generada por
destinatarios.
3.
Información utilizada por el operador
logístico.
4.
Sistemas de transmisión de
información (soporte papel y soporte informático).
Consultoría
logística.
1.
Alianzas estratégicas para la mejora
continúa de los flujos de materiales.
2.
Know-how específico: mercado de
servicios de transporte, mercado inmobiliario, equipa-mientos legislación,...
3.
Disposición de tecnología logística:
aplicaciones informáticas, infraestructura de comuni-caciones, radiofrecuencia,
elementos automáticos.
SUBCONTRATAR O NO SUBCONTRATAR
La subcontratación como herramienta
logística:
En
este artículo se presenta la subcontratación de servicios logísticos como una
herramienta que permite optimizar la gestión logística de aquellas empresas en
las que realmente resulta posible y necesario. Veremos cómo realmente la
subcontratación es una herramienta que sirve para unos objetivos concretos y
cuya utilidad se encuadra en unos entornos determinados.
La
logística engloba funciones tan diversas como el transporte, el almacenaje, la
preparación de semielaborados, los controles de calidad previos, la
prepara-ción de pedidos, la gestión de stocks, el diseño de rutas, el
tratamiento y ges-tión de información.La gestión logística puede abordarse de
forma interna o ex-terna, es decir subcontratada, accediendo a los servicios
logísticos suministra-dos por empresas especializadas.
En todo caso, es importante considerar la subcontratación de operaciones o ac-tividades logísticas como una herramienta de gestión. Esto significa que, como tal herramienta:
·
Sirve para alcanzar unos objetivos
concretos en el seno de una empresa.
·
Su máxima utilidad se manifiesta en
un determinado entorno interno (de empresa) y ex-terno (de mercado, de operador
logístico).
·
Sus objetivos, si el entorno es
favorable, se logran mediante una correcta implantación y desarrollo, es decir,
con sus particulares instrucciones de uso para asegurar el éxito.
Teniendo
en cuenta todo lo dicho, se concluye, por una parte, que la subcontra-tación de
servicios logísticos no resulta ni necesaria ni posible en todas las em-presas
y, por otra parte, que el éxito o el fracaso de un proceso de subcontra-tación
no puede extrapolarse a cualquier condición o circunstancia ya que son sólo
atribuibles a un entorno, es decir, a una situación empresarial y a una
de-terminada relación de subcontratación.Los principales objetivos perseguidos
por las empresas a través de la subcontratación logística son los siguientes:
·
Mayor flexibilidad ante las
fluctuaciones del mercado y la demanda.
·
Mejor conocimiento y claridad de los
costes logísticos.
·
Disminución del riesgo inversor.
·
Incremento de la productividad y de
los niveles de servicio.
·
Acceso a equipos y servicios de alto
nivel..
·
Menor coste a igualdad de nivel de
servicio.
La
consecución de los objetivos o, en otras palabras, el éxito de una
subcontratación, depende del entorno interno y externo de cada empresa en
particular.
Recogemos
a continuación las condiciones que dan lugar a entornos óptimos a efectos de
subcontratación.
A
nivel interno o de empresa, el entorno óptimo es el caracterizado por los
siguientes aspectos:
·
Empresa con actividades y operaciones
logísticas susceptibles de ser subcontratadas.
·
Operaciones a subcontratar fuera del
núcleo central del negocio y no sujetas a normativa laboral o legislación del
transporte que exijan contrapartidas que vulneren la viabilidad de la
subcontratación.
·
Posibilidad de reconversión del
personal y amortización de los equipos del sistema lo-gístico propio.
·
Existencia de potencial técnico
suficiente para afrontar el seguimiento y control de la sub-contratación.
·
Ambiente empresarial abierto a los
cambios y a las transformaciones.
·
El entorno externo a la empresa
también juega un papel decisivo en el éxito o fracaso de una subcontratación de
servicios logísticos. Dos aspectos caracterizan un entorno externo óptimo para
la subcontratación:
·
Existencia de operadores logísticos
adecuados. Cada proyecto de subcontratación requiere un operador logístico de
unas determinadas características (equipamiento específico, área de operación,
experiencia, recursos financieros). La empresa deberá realizar una
identificación previa de las cualidades del operador adecuado a los servicios
logísticos que pretende subcontratar, así como la selección de este entre los
operadores existentes.
·
Exigencias del mercado en línea con
los objetivos de la subcontratación. En un de-terminado sector, si la
competitividad entre empresas no comporta el impulso de aquellos objetivos que
puedan asumirse gracias a una operación de subcontratación, no podrá hablarse
de un entorno externo óptimo. En este caso, subcontratar representaría una
alternativa poco útil para reforzar la empresa frente a la competencia.
Resultaría más ventajoso dedicar el esfuerzo a otras estrategias empresariales
que si mejorasen el posicionamiento de la empresa en su mercado.
Sin embargo, el éxito de una
subcontratación no depende únicamente del entorno interno y externo de cada
empresa en particular. Para alcanzar los objetivos planteados es preciso que la
subcontratación se ajuste a unas pautas de funcionamiento o a unas fases de
desarrollo.
Estas
pautas básicas se pueden agrupar en grandes campos clave:
·
Análisis previo a la subcontratación.
Análisis realizado en el seno de la empresa, para determinar las demandas al
operador, definir parámetros de servicio y procesos de seguimiento y control,
elaborar criterios para su selección o establecer objetivos para la
subcontratación. Este análisis debe guiar el proceso de obtención de toda la
información básica a partir de la cual nace un proyecto de subcontratación, se
selecciona el operador adecuado, se redacta el contrato y se inicia la gestión
del proceso de subcontratación.
·
Selección del operador logístico. Es
aconsejable establecer una demanda por escrito (descripción de los servicios
logísticos a subcontratar), analizar a fondo los operadores logísticos
existentes y seleccionar un número reducido de ellos para someterles la demanda
a consideración. A partir de sus ofertas, se debe seleccionar aquella que
ofrezca mayores ventajas (menor precio, mejor servicio, mejores equipos,...) y
credibilidad (experiencia, antecedentes,...).
·
Estructura y contenido de un
contrato. El uso de un contrato como guión para las relaciones entre empresa y
operador obliga a que su redacción sea completa y exhaustiva. Las recomendaciones
en este campo facilitan la preparación de la información a incluir en el
contrato:
·
Descripción de las operaciones, los
equipos, la definición de los parámetros de servicio, los informes de gestión,
la previsión de las revisiones, la determinación de la forma de pago, los
imprevistos, las condiciones de rescisión,...etc.
·
Seguimiento y control de las
operaciones. Las instrucciones se centran en el contenido y utilidad de los
informes semanales o mensuales que envía el operador, en los parámetros utilizados
en ellos, en el análisis periódico del sistema logístico, en los reajustes que
surgen de las revisiones, siempre contando con una eficaz colaboración entre la
empresa y el operador y siendo el objetivo la optimización continua de los
servicios.
Las
actividades logísticas son el nexo de unión entre los productores y sus
clientes.
De
fallar los flujos de materiales o de información, las cadenas de producción se
detendrían y los productos finales no alcanzarían su destino final. En
con-secuencia, conviene analizar en qué medida la subcontratación de servicios
logísticos aumenta el riesgo de disfunción de un sistema logístico respecto a
una gestión propia. No conocer estos riesgos supondría no establecer medidas e
instrumentos para minimizarlos, con lo que la viabilidad de la subcontratación
podría verse reducida.Existen tres fuentes de riesgo en un proceso de
subcontratación de las operaciones y actividades logísticas de una empresa:
-
El proceso de decisión inicial, desde la decisión de subcontratar hasta la
selección del operador, puede ser fuente de errores de base que incidirán
negativamente en la evolución de la subcontratación. Ejemplos de estos errores
son los siguientes:
·
Decidir subcontratar cuando los
objetivos perseguidos por la empresa no encajan con los que permite asumir una
relación de subcontratación: la subcontratación resulta inútil.
·
Decidir subcontratar con un entorno
interno o externo, no adecuado para el éxito de la subcontratación.
No
acertar en la definición de la subcontratación (operaciones, equipos, nivel de
servicio, medidas de seguimiento, etc.). Estos errores repercuten en la calidad
y prestaciones del servicio logístico final.
Para
evitar el riesgo de dichos errores resulta imprescindible una experta dirección
del proceso de decisión.
-
El desarrollo y la gestión de operaciones. La falta de coordinación entre la
empresa y el operador logístico es otro de los riesgos asociados a la gestión
de un sistema logístico subcontratado. Este peligro podría llegar a
imposibilitar la dirección de la subcontratación por parte de la empresa,
dejando el sistema en manos del operador. El énfasis en las acciones de
seguimiento y control son la clave para evitar la descoordinación.
-
Las relaciones entre la empresa y el operador logístico, incluso cuando el
operador haya sido correctamente seleccionado, representan una fuente de riesgo
en relación con el deterioro de una subcontratación. Se requiere un esfuerzo
adicional de comunicación entre ambas organizaciones para evitar la aparición
de problemas tales como dificultades de coordinación, pérdida de eficacia,
menor nivel de servicio, desconexión respecto al cliente final, etc.
Para
evitar la aparición de este tipo de problemas es preciso establecer claramente
en el contrato los instrumentos y la operativa de seguimiento y control, las
circunstancias y el modo de revisión o rescisión del contrato por ambas partes
y, finalmente, el procedimiento de resolución de las situaciones excepcionales
que pudieran presentarse.
En
relación con las tres fuentes de riesgo, la estrategia de mantener un
departamento de logística competente en la empresa que realiza la
subcontratación, responsable de la relación de subcontratación, no es tan sólo
la solución más eficaz sino que resulta del todo necesaria.
En
definitiva, y tras todo lo dicho, destacar que la subcontratación logística es
una herramienta de optimización de la gestión logística que sirve para alcanzar
unos objetivos concretos siempre que la empresa se encuentre en un entorno
determinado, siga pautas de funcionamiento concretas y adopte medidas tendentes
a minimizar las posibles fuentes de riesgo.
QUÉ
SUBCONTRATAR:
La cuestión no es tanto subcontratar o no subcontratar, sino qué subcontratar. Consideraremos primero todas las actividades en las que podemos dividir la función logística:
La cuestión no es tanto subcontratar o no subcontratar, sino qué subcontratar. Consideraremos primero todas las actividades en las que podemos dividir la función logística:
·
Gestión de la red logística.
·
Gestión del stock.
·
Gestión del transporte.
·
Gestión de pedidos y movimientos de
la mercancía.
·
Gestión del almacén.
·
Gestión del aprovisionamiento.
·
Gestión de la distribución.
·
Gestión de los sistemas de
información de la logística.
Nosotros
podemos contratar todas, algunas o ninguna de las actividades anteriores
además, podemos subcontratar en una sola empresa de logística o en varias.
En
este último caso, la adjudicación puede hacerse por zonas o por
espe-cialización de la empresa de logística.
Generalmente,
la subcontratación se hace tanto del transporte de larga distan-cia como del de
la distribución.
Algunas
empresas subcontratan la gestión de pedidos ni la gestión de los sistemas de información.
Se entiende que ello sería tanto como dejar en manos de terceros toda la in
formación de nuestros clientes.
No
obstante, la subcontratación en un operador logístico puede hacerse de varias
formas. Podemos subcontratar al operador de forma que gestione el almacén en
exclusiva para todos, o bien podemos permitir la gestión permitida con otros
clientes (multicliente).
CÓMO
SUBCONTRATAR.
El
nivel y alcance de la subcontratación de actividades logísticas puede ser
total, es decir, si el departamento de logística de la empresa se dedica
únicamente al seguimiento y control de las operaciones logísticas llevadas a
cabo por un tercero, o parcial, si el departamento de logística retiene la
gestión de ciertas operaciones y cede a un tercero sólo aquellas que considera
oportunas.
En
todo caso, es importante considerar la subcontratación de operaciones o
actividades logísticas como una herramienta de gestión. Esto significa que,
como tal herramienta:
·
Sirve para alcanzar unos objetivos
concretos en el seno de una empresa.
·
Su máxima utilidad se manifiesta en
un determinado entorno interno (de empresa) y externo (de mercado, de operador
logístico).
·
Sus objetivos, si el entorno es
favorable, se logran mediante una correcta implantación y desarrollo, es decir,
con sus particulares instrucciones de uso para asegurar el éxito.
Teniendo
en cuenta todo lo dicho, se concluye, por una parte, que la subcontratación de
servicios logísticos no resulta ni necesaria ni posible en todas las empresas
y, por otra parte, que el éxito o el fracaso de un proceso de subcontratación
no puede extrapolarse a cualquier condición o circunstancia ya que son sólo
atribuibles a un entorno, es decir, a una situación empresarial y a una
determinada relación de subcontratación.
Los
principales objetivos perseguidos por las empresas a través de la
subcontratación logística son los siguientes:
·
Mayor flexibilidad ante las
fluctuaciones del mercado y la demanda.
·
Mejor conocimiento y claridad de los
costes logísticos.
·
Disminución del riesgo inversor.
·
Incremento de la productividad y de
los niveles de servicio.
·
Acceso a equipos y servicios de alto
nivel..
·
Menor coste a igualdad de nivel de
servicio.
La
consecución de los objetivos o, en otras palabras, el éxito de una
subcontratación, depende del entorno interno y externo de cada empresa en
particular. Recogemos a continuación las condiciones que dan lugar a entornos
óptimos a efectos de subcontratación.
A
nivel interno o de empresa, el entorno óptimo es el caracterizado por los
siguientes aspectos:
1.
Empresa con actividades y operaciones
logísticas susceptibles de ser subcontratadas.
2.
Operaciones a subcontratar fuera del
núcleo central del negocio y no sujetas a normativa laboral o legislación del
transporte que exijan contrapartidas que vulneren la viabilidad de la
subcontratación.
3.
Posibilidad de reconversión del
personal y amortización de los equipos del sistema logístico propio.
4.
Existencia de potencial técnico
suficiente para afrontar el seguimiento y control de la subcontratación.
5.
Ambiente empresarial abierto a los
cambios y a las transformaciones.
El
entorno externo a la empresa también juega un papel decisivo en el éxito o
fracaso de una subcontratación de servicios logísticos.
Dos
aspectos caracterizan un entorno externo óptimo para la subcontratación:
·
Existencia de operadores logísticos
adecuados. Cada proyecto de subcontratación requiere un operador logístico de
unas determinadas características (equipamiento específico, área de operación,
experiencia, recursos financieros). La empresa deberá realizar una
identificación previa de las cualidades del operador adecuado a los servicios
logísticos que pretende subcontratar, así como la selección de este entre los
operadores existentes.
·
Exigencias del mercado en línea con
los objetivos de la subcontratación. En un determinado sector, si la
competitividad entre empresas no comporta el impulso de aquellos objetivos que
puedan asumirse gracias a una operación de subcontratación, no podrá hablarse
de un entorno externo óptimo. En este caso, subcontratar representaría una
alternativa poco útil para reforzar laempresa frente a la competencia.
Resultaría más ventajoso dedicar el esfuerzo a otras estrategias empresariales
que si mejorasen el posicionamiento de la empresa en su mercado. Sin embargo,
el éxito de una subcontratación no depende únicamente del entorno interno y
externo de cada empresa en particular. Para alcanzar los objetivos planteados
es preciso que la subcontratación se ajuste a unas pautas de funcionamiento o a
unas fases de desarrollo.
Estas pautas básicas se pueden
agrupar en grandes campos clave:
1. Análisis previo a la subcontratación. Análisis
realizado en el seno de la empresa, para determinar las demandas al operador,
definir parámetros de servicio y procesos de seguimiento y control, elaborar
criterios para su selección o establecer objetivos para la subcontratación.
Este análisis debe guiar el proceso de obtención de toda la información básica
a partir de la cual nace un proyecto de subcontratación, se selecciona el
operador adecuado, se redacta el contrato y se inicia la gestión del proceso de
subcontratación.
2. Selección del operador logístico. Es aconsejable
establecer una demanda por escrito (descripción de los servicios logísticos a
subcontratar), analizar a fondo los operadores logísticos existentes y
seleccionar un número reducido de ellos para someterles la demanda a
consideración. A partir de sus ofertas, se debe seleccionar aquella que ofrezca
mayores ventajas (menor precio, mejor servicio, mejores equipos,...) y
credibilidad (experiencia, antecedentes,...).
3. Seguimiento y control de las operaciones. Las
instrucciones se centran en el contenido y utilidad de los informes semanales o
mensuales que envía el operador, en los parámetros utilizados en ellos, en el
análisis periódico del sistema logístico, en los reajustes que surgen de las
revisiones, siempre contando con una eficaz colaboración entre la empresa y el
operador y siendo el objetivo la optimización continua de los servicios.
Las actividades logísticas son el nexo de unión
entre los productores y sus clientes. De fallar los flujos de materiales o de
información, las cadenas de producción se detendrían y los productos finales no
alcanzarían su destino final: el mercado. En consecuencia, conviene analizar en
qué medida la subcontratación de servicios logísticos aumenta el riesgo de
disfunción de un sistema logístico respecto a una gestión propia. No conocer
estos riesgos supondría no establecer medidas e instrumentos para minimizarlos,
con lo que la viabilidad de la subcontratación podría verse reducida. Existen
tres fuentes de riesgo en un proceso de subcontratación de las operaciones y
actividades logísticas de una empresa:
El proceso de
decisión inicial, desde la decisión de subcontratar hasta la selección del
operador, puede ser fuente de errores de base que incidirán negativamente en la
evolución de la subcontratación. Ejemplos de estos errores son los siguientes:
·
Decidir subcontratar cuando los
objetivos perseguidos por la empresa no encajan con los que permite asumir una
relación de subcontratación: la subcontratación resulta inútil.
·
Decidir subcontratar con un entorno
interno o externo, no adecuado para el éxito de la subcontratación.
·
No acertar en la definición de la
subcontratación (operaciones, equipos, nivel de servicio, medidas de
seguimiento, etc.). Estos errores repercuten en la calidad y prestaciones del
servicio logístico final.
EL CONTRATO DE LA SUBCONTRATACION.
Estructura
y contenido de un contrato. El uso de un
contrato como guión para las relaciones entre empresa y operador obliga a que
su redacción sea completa y exhaustiva. Las recomendaciones en este campo
facilitan la preparación de la información a incluir en el contrato:
descripción de las operaciones, los equipos, la definición de los parámetros de
servicio, losinformes de gestión, la previsión de las revisiones, la
determinación de la forma de pago, los imprevistos, las condiciones de
rescisión,...
El
desarrollo y la gestión de operaciones. La
falta de coordinación entre la empresa y el operador logístico es otro de los
riesgos asociados a la gestión de un sistema logístico subcontratado. Este
peligro podría llegar a imposibilitar la dirección de la subcontratación por
parte de la empresa, dejando el sistema en manos del operador. El énfasis en
las acciones de seguimiento y control son la clave para evitar la
descoordinación.
Las
relaciones entre la empresa y el operador logístico, incluso cuando el operador haya sido
correctamente seleccionado, representan una fuente de riesgo en relación con el
deterioro de una subcontratación. Se requiere un esfuerzo adicional de
comunicación entre ambas organizaciones para evitar la aparición de problemas
tales como dificultades de coordinación, pérdida de eficacia, menor nivel de
servicio, desconexión respecto al cliente final, etc. Para evitar la aparición
de este tipo de problemas es preciso establecer claramente en el contrato los
instrumentos y la operativa de seguimiento y control, las circunstancias y el
modo de revisión o rescisión del contrato porambas partes y, finalmente, el
procedimiento de resolución de las situaciones excepcionales que pudieran
presentarse.
En relación
con las tres fuentes de riesgo, la estrategia de mantener un
departamento de logística competente en la empresa que realiza la
subcontratación, responsable de la relación de subcontratación, no es tan sólo
la solución más eficaz sino que resulta del todo necesaria.
En definitiva, y
tras todo lo dicho, destacar que la subcontratación logística es una
herramienta de optimización de la gestión logística que sirve para alcanzar
unos objetivos concretos siempre que la empresa se encuentre en un entorno
determinado, siga pautas de funcionamiento concretas y adopte medidas tendentes
a minimizar las posibles fuentes de riesgo.
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