martes, 16 de octubre de 2012

HISTORIA DE RENZO COSTA

Marina Bustamante, dueña y gerente general de Renzo Costa y proveniente de una familia de escasos recursos de Barrios Altos, esta perseverante emprendedora luchó para alcanzar el reconocimiento empresarial.

“Nosotros los que venimos de abajo no nos asusta nada, porque el haber estado allí nos dio una lección de vida, la cual nos da fortaleza para continuar adelante”, cuenta Marina Bustamante

Proveniente de una familia de escasos recursos de Barrios Altos, Marina recuerda que su gusto por el cuero nació desde muy niña porque siempre estuvo relacionada con él, ya que su abuelo fue curtidor de este material.

Por ello, apenas terminó el colegio tuvo la idea de tener una empresa que le permitiera realizar sus creaciones. Según cuenta, comenzó a confeccionar las carteras por hobbie.

En ese momento decidió poner un taller en el garaje de su casa, pero su padre al principio no aceptó porque él quería que su hija estudie una carrera.

Ante la insistencia de su padre, Marina postuló a una universidad para seguir los estudios de psicología, pero al mismo tiempo puso su taller en el que creaba carteras de pieles y cinturones de la época de manera artesanal.

Así sus productos comenzaron a hacerse conocidos entre los dueños de las tiendas, quienes hasta hacían cola para que les hagan las carteras.

Mientras tanto ella seguía estudiando en la universidad donde conoció el amor, se casó y al poco tiempo nació su primer hijo.

En ese tiempo, a pesar de que Marina no contaba con mucho dinero, se arriesgó a alquilar una tienda en una conocida galería del Jirón de la Unión y le puso el nombre de su hijo: Renzo Costa.

“Gracias a Dios apareció una señora trujillana que me dio una cantidad de dinero para que le confeccione carteras y al mismo tiempo así llené mi tienda de productos”, recuerda la emprendedora.

Debido a la gran cantidad de gente que acudía a la tienda, contrató a personal y al poco tiempo compró un local en la cuadra 5 del mismo Jirón de la Unión.

Ahí es cuando decide viajar a Argentina y traer un modelo de las casacas de cuero e ir entrando en ese rubro. Todo iba de lo mejor, sin embargo, Marina y su familia decidieron irse a Chile debido a que el país pasaba por momentos inseguros. Allí abrieron locales Renzo Costa teniendo también una gran acogida. Después de varios años, regresan al Perú y continuaron abriendo más locales en diversos lugares del país.

Todo iba bien, hasta que llegó el Fenómeno del Niño, lo cual les afecto porque la gente ya no compraba casacas de  cuero debido al calor que hacía.

“Ese fue el momento más difícil que tuve que pasar hasta queríamos rematar la marca pero lo que hicimos fue convertirlo en oportunidad porque decidimos incursionar en billeteras y accesorios”, dice Marina.

Y así continuó la marca Renzo Costa expandiéndose con locales en Plaza San Miguel, Jockey Plaza y exportaciones a EEUU, Alemania, Holanda. “No hay que asustarnos frente a las dificultades siempre hay que ser perseverantes teniendo confianza en uno mismo”, nos recomienda.

Así pues nos demuestra que frente a toda dificultad, uno siempre puede seguir su sueño, luchar por él y conseguirlo, que las oportunidades existen, solo es cuestión de luchar hasta conseguirla.

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