sábado, 29 de septiembre de 2012

LA INFORMALIDAD CONTAMINA LAS ACTIVIDADES EMPRESARIALES. PERO PARA MUCHOS ES ALGO NORMAL.

Hay un tema de fondo que el Perú tiene que resolver y ese es la informalidad. No somos una nación con ciudadanos que reconozcan que deben aportar dinero para construir una sociedad más solida y armoniosa, ni siquiera porque la ley así lo determina. A varias personas, no les da orgullo laborar para ser exitosos si ese éxito debe traducirse en tributos.

Por el contrario, muchos son capaces de entorpecerlo todo para no aportar al colectivo. O  de hacer negocios en espacios con condiciones terribles con tal de no poner una cuota, de no sacrifican un día de ventas. Un buen numero de personas, acaso la mayoría de peruanos, son capaces de agotar todas las argucias posibles con tal de no pagar impuestos, derechos laborables y tributos municipales.

El tamaño de la informalidad es mayúsculo ¿por qué estamos eligiendo ser sociales irresponsables? Este es un tema de ciudadanía, de ser adultos. Parece que muchos peruanos no reconocen que a partir de los 18 años tienen una responsabilidad. La tenemos todos.

Es deber de un adulto hacerse responsable de su vida y de los hijos que traen al mundo. También es su responsabilidad contribuir a que su sociedad sea mejor. Para ello. lo mínimo que se pide es que pague impuestos y respete las leyes.

Aquí una prueba ácida para el empresario: ¿Declaras tu venta real?¿Entregas boletas y facturas verdaderas?¿Compras facturas falsas para reducir impuestos?¿Declaras toda tu renta y pagas tus impuestos?¿Tus trabajadores están en planilla?¿Evades tus obligaciones laborales?

Esto trasciende la informalidad legal y tributaria. Hay una irresponsabilidad social total. Somos capaces de entorpecer todos los pasadizos de una galería con nuestros maniquíes. ¡Qué importan los negocios vecinos!¡Que importa la seguridad de los clientes! Nos zurramos en todos para poder captar al pasajero, estacionamos donde no debemos, bloqueamos calles. Un empresario debe comportarse con ética. El comportamiento en los negocios de muchos colegas empresarios da vergüenza. Tenemos el deber de decirlo en voz alta.

Fuente: Comercio (MiEmpresa)

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