ACLAREMOS LAS METAS:¿a donde queremos ir?
Antes de que puedan establecer metas para una empresa, los emprendedores deberán ser explícitos respecto a sus metas personales; y deberán preguntarse periódicamente si esas metas han cambiado. Muchos pensamos en poner un negocio para conseguir independencia y controlar su destino, pero esas metas son muy vagas. Si nos ponemos a pensar en esto, casi todos podemos identificar metas que son más especificas. Por ejemplo, buscar una oportunidad de experimentar con nuevas tecnologías, o una forma de diva flexible, o la inmortalidad de crear una institución que personalice sus valores. Financieramente algunos buscamos beneficios rápidos, quizás generar un cash flow satisfactorio. Algunos emprendedores deseosos de constituir empresas sostenibles no asignan una gran prioridad a los rendimientos económicos personales.
Sólo cuando puedas decir lo que deseas personalmente de tus empresas, tiene sentido que te plantees las tres preguntas siguientes:
¿Que clase de empresa necesito formar?¿Que riesgos y sacrificios exige tal empresa?
¿Puedo aceptar esos riesgos y sacrificios?
DETERMINAR LA ESTRATEGIA: ¿cómo llegaré a la meta?
Muchos emprendedores ponen en marcha sus empresas para aprovechar oportunidades a corto plazo, sin pensar en la estrategia a largo plazo. Sin embargo, los emprendedores que alcanzan el éxito hacen pronto la transición de una orientación táctica a una estratégica, a fin de poder empezar a crear capacidades y recursos cruciales.
Formular una estrategia acertada es más básico para una empresa joven que resolver los problemas de captación de personal, diseñar sistemas de control, establecer relaciones de dependencia o definir el papel del fundador.
Las empresas de riesgo basadas en una buena estrategia pueden sobrevivir a la confusión y al liderazgo deficiente, pero los sistemas de control y las estructuras societarias más depurados no pueden compensar los efectos de una mala estrategia. Los emprendedores deben someter periódicamente sus estrategias a las cuatro pruebas siguientes:
¿Está bien definida la estrategia?
La estrategia de una empresa no pasará ninguna de las otras pruebas si no ofrece una clara orientación a la empresa. Incluso los emprendedores que operan en solitario se pueden beneficiar de una estrategia definida. Por ejemplo, los agentes que se especializan en determinados sectores o tipos de transacciones suelen tener mejor acceso que los generalistas a operaciones potenciales. De manera similar, los consultores independientes pueden cargar honorarios superiores si tienen fama de expertos en una materia particular.
Un emprendedor que desea crear una empresa sustentable debe formular una estrategia más decidida y explicita. La estrategia debe integrar las aspiraciones del emprendedor con las políticas especificas a largo plazo respecto a las necesidades que satisfará la empresa, su ámbito geográfico sus capacidades tecnológicas y otras consideraciones estratégicas.
La estrategia de una empresa no pasará ninguna de las otras pruebas si no ofrece una clara orientación a la empresa. Incluso los emprendedores que operan en solitario se pueden beneficiar de una estrategia definida. Por ejemplo, los agentes que se especializan en determinados sectores o tipos de transacciones suelen tener mejor acceso que los generalistas a operaciones potenciales. De manera similar, los consultores independientes pueden cargar honorarios superiores si tienen fama de expertos en una materia particular.
Un emprendedor que desea crear una empresa sustentable debe formular una estrategia más decidida y explicita. La estrategia debe integrar las aspiraciones del emprendedor con las políticas especificas a largo plazo respecto a las necesidades que satisfará la empresa, su ámbito geográfico sus capacidades tecnológicas y otras consideraciones estratégicas.
¿Puede generar la estrategia suficientes beneficios y crecimientos?
¿Es sustentable la estrategia?
¿Son mis metas para el crecimiento demasiado conservadoras o demasiado agresivas?
MATERIALIZACIÓN DE LA ESTRATEGIA: ¿lo puedo hacer?
Unas grandes ideas no garantizan una gran actuación. Muchas empresas jóvenes fracasan porque emprendedor no puede materializar la estrategia; por ejemplo, la empresa puede quedarse sin tesorería o el emprendedor puede ser incapaz de generar ventas o servir los pedidos. Los emprendedores deben examinar tres áreas (recursos , capacidades de organización y sus papeles personales) para evaluar su capacidad para llevar a cabo sus estrategias.
¿Tengo los recursos y las relaciones adecuados?
¿Cual es el grado de fortaleza de la organización?
¿Puedo desempeñar mi papel?
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